Estos objetivos se pueden reflejar en la Carta de las Naciones Unidas, en el Capitulo 1: Propósitos y principios, Articulo 1:
1. Mantener la paz y la seguridad internacionales, y con tal fin: tomar medidas colectivas eficaces para prevenir y eliminar amenazas a la paz, y para suprimir actos de agresión u otros quebrantamientos de la paz; y lograr por medios pacíficos, y de conformidad con los principios de la justicia y del derecho internacional, el ajuste o arreglo de controversias o situaciones internacionales susceptibles de conducir a quebrantamientos de la paz;
2. Fomentar entre las naciones relaciones de amistad basadas en el respeto al principio de la igualdad de derechos y al de la libre determinación de los pueblos, y tomar otros medidas adecuadas para fortalecer la paz universal;
3. Realizar la cooperación internacional en la solución de problemas internacionales de carácter económico, social, cultural o humanitario, y en el desarrollo y estímulo del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales de todos, sin hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religion; y
4. Servir de centro que armonice los esfuerzos de las naciones por alcanzar estos propósitos comunes.
Es necesario que para prevenir hechos de cualquier esta índole exista una cooperación internacional dispuestos a no fomentar la guerra, la discriminación o cualquier otro tipo de situación que desencadene en violencia y que destruyan a la sociedad humana y atente contra los principios morales de cada pueblo.
Es tarea de todos repensar los valores que estamos acatando y no permitir que este hecho que terminó con una cifra de muertes jamás impensable se vuelva a repetir.
Fue una niña judía alemana, que dejó constancia en su diario de sus experiencias en un escondrijo o desván construido en un edificio de oficinas, mientras se ocultaba con su familia de los nazis en Ámsterdam (Países Bajos) durante la Segunda Guerra Mundial. Su familia fue capturada y llevada a distintos campos de concentración alemanes, donde morirían todos salvo su padre, Otto. Anne fue enviada al campo de concentración nazi de Auschwitz el 2 de septiembre de 1944 y, más tarde, al campo de concentración de Bergen-Belsen. Murió allí de fiebre tifoidea el 12 de marzo de 1945, pocos días antes de que éste fuera liberado. Años después, su padre publicó su famoso diario, conocido en español como el Diario de Ana Frank.
Nació en Fráncfort del Meno (Hesse, Alemania), siendo la segunda hija de Otto Heinrich Frank y su mujer Edith Hollander, una familia de patriotas alemanes que habían participado en la Primera Guerra Mundial. Tenía una hermana mayor, Margot Frank. Junto con su familia, tuvo que mudarse a Ámsterdam, huyendo de los nazis. Allí le regalaron un diario al cumplir los trece años. Muy poco después, su familia tuvo que ocultarse en un escondrijo, la Achterhuis, situada en un viejo edificio en el Prinsengracht, un canal en el lado occidental de Ámsterdam, y cuya puerta estaba escondida tras una estantería. Allí vivieron durante la ocupación alemana, desde el 9 de julio de 1942 hasta el 3 de agosto de 1944.
En el escondite había ocho personas: sus padres, Otto y Edith Frank; ella y su hermana Margot; Fritz Pfeffer, un dentista judío (al que Anne dio el nombre de Albert Dussel en su Diario), y la familia van Pels (van Daan en el Diario), formada por Hermann y Auguste van Pels y el hijo de ambos, Peter. Durante aquellos años, Anne escribió su Diario, en el que describía su miedo a vivir escondida durante años, sus nacientes sentimientos por Peter, los conflictos con sus padres, y su vocación de escritora. Pocos meses antes de ser descubiertos, empezó a reescribir su Diario con la idea de publicarlo tras la guerra.
Después de más de dos años, un informador holandés guió a la Gestapo a su escondite. Fueron arrestados por la Grüne Polizei y, el 2 de septiembre de 1944 toda la familia fue trasladada en tren de Westerbork (campo de concentración en el noreste de Holanda) a Auschwitz, viaje que les llevó tres días. Mientras tanto, Miep Gies y Bep Voskuijl, dos de los que los protegieron mientras estuvieron escondidos, encontraron y guardaron el Diario.
Anne, Margot y Edith Frank, la familia van Pels y Fritz Pfeffer no sobrevivieron a los campos de concentración nazis (aunque Peter van Pels murió durante las marchas entre campos de concentración). Margot y Anne pasaron un mes en Auschwitz-Birkenau y luego fueron enviadas a Bergen-Belsen, donde murieron de fiebre tifoidea en marzo de 1945, poco antes de la liberación. Sólo Otto logró salir de los campos de concentración con vida. Miep le dio el diario, que editaría con el fin de publicarlo con el título Diario de Ana Frank, que ha sido ya publicado en 60 idiomas.
El memorial en honor a Anne y Margot Frank está en el lugar donde estaba la fosa común correspondiente a la barraca donde murieron en el campo de concentración de Bergen-Belsen.
Recientemente se ha encontrado este primer video donde aparece Ana Frank. Es del 22 de julio de 1941 y en él se puede observar cuando se está por casar una pareja vecina mientras la joven los observaba desde una ventana.
De la "Institución para la Conmemoración de los Mártires y Héroes del Holocausto". Editorial YAD VASHEM, de Jerusalem.
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Ejecución de tres judíos, Lodz, 1939.
"Alambrados de púa y cables electrizados rodean los campos. Es obvio: si alguien entra a una zona o a un sendero prohibidos, se hace fuego" (Himmler, enero de 1937)
Los hornos del crematorio de Majdanek
En el campo de concentración de Buchenwald después de la liberación (15 de abril de 1945)
En el campo de concentración en Nordhausen. Los libertadores encontraron un sepulcro fresco que todavía no estaba cubierto con tierra.
Fragmento de las actas de la Conferencia de Wannsee: 11.000.000 de judíos de todos los países de Europa serán muertos durante la "Solución Final". 20 de enero de 1942
Niños hambrientos en el ghetto de Varsovia.
Pinturas de niños: confinados en el Ghetto de Theresienstadt.
"Las grandes masas sucumbirán más fácilmente a una gran mentira que a una pequeña"
" Sólo se combate por lo que se ama; solo se ama lo que se estima, y para estimar es necesario al menos conocer"
"El futuro será mejor mañana"
"Conmigo se va la última esperanza del mundo, las democracias occidentales son decadentes, el comunismo, con gobiernos más autoritarios, a la larga, acabará conquistando el mundo"
"Detrás de la economía también debe haber poder, dado que solamente el poder garantiza la economía"
"Nada me había entristecido tanto en los agitados años de mi juventud como la idea de haber nacido en una época que parecía erigir sus templos de gloria exclusivamente para comerciantes y funcionarios"
"Quizás la más grande y mejor lección de la historia es que nadie aprendió las lecciones de la historia"
"Cuando se haya eliminado el peligro comunista, volverá el orden normal de las cosas"
"Podemos estar felices de saber que el futuro nos pertenece completamente"
"Lucho por lo que amo, amo lo que respeto, y a lo sumo respeto lo que conozco"
"Cuando se inicia y desencadena una guerra lo que importa no es tener la razón sino conseguir la victoria"
La vida es bella habla de Guido, un hombre italiano descendiente de judíos, que vive en la ciudad de Arezzo en el año 1939. La película se ambienta en el período de la Segunda Guerra Mundial cuando está en el poder el fascismo y el antisemitismo que está creciendo cada día más. Guido se enamora y después se casa con Dora, la ex-novia de un oficial fascista. Con ella tiene un hijo llamado Josué.
La felicidad de esta familia dura poco porque Guido, su tío y Josué son deportados a un campo de concentración nazi. Dora, que no fue llamada para subirse al tren que conduce al campo, se introduce voluntariamente en él con lo que toda la familia acabará en dicho campo. Allí Guido hace creer a su hijo Josué que todo se trata de un juego en el que sólo ganará si no se deja ver por los "gruñones" guardias alemanes. Cada día inventa nuevos juegos para su hijo y utiliza toda su imaginación para salvar la vida de Josué y que este no vea lo que está pasando. El niño, tentado por el tanque que, según su padre, se llevará el ganador, vive el holocausto como un juego, sin darse cuenta de las barbaridades que ocurren a su alrededor, todo ello gracias al ingenio de Guido.
Bruno, un niño alemán de ocho años durante el régimen nazi en la Segunda Guerra Mundial, ignorante de la tragedia que rodea a su tiempo, es hijo de un estricto comandante que acaba de ser asignado a su nuevo puesto en un campo de concentración. Bruno, que convive junto con su hermana mayor Gretel en un barrio acomodado de Berlín, se ve entonces repentinamente obligado a mudarse, trasladándose a un lugar aislado llamado "Auchviz".Bruno, molesto por la situación, se desespera por no encontrar ningún amigo con quien jugar en su nueva casa, más pequeña y con menos terreno para explorar, una de sus aficiones. Desde su ventana se puede ver, al otro lado de la carretera, un grupo de casas tras una valla y mucha gente vestida con pijamas de rayas. Todos los que allí se encuentran son judíos confinados en el campo de concentración de Auschwitz. Bruno, en su inocencia, da por supuesto que son granjeros.
El tiempo pasa en la nueva casa. Los padres de Bruno recurren a los servicios de un tutor, el profesor Hr. Liszt, para ocuparse de la enseñanza escolar de Bruno y Gretel, pero Bruno no tarda en considerar al nuevo tutor como "el profesor más aburrido que pueda haber jamás", pues solo enseña Geografía e Historia en lugar de Artes, su asignatura favorita. Bruno se pregunta qué estaría pasando en "Auchviz" y por qué la gente va siempre vestida con un pijama rayado. Mientras tanto Gretel asimila las enseñanzas del profesor y el ideario del partido nazi.
Bruno realmente no comprende que están en tiempos de guerra. Un buen día, en una de sus exploraciones por los alrededores de la casa, siempre a escondidas de su familia, se encuentra a un niño al otro lado de la alambrada, de ocho años de edad, como él. El niño se llama Shmuel .
Bruno y Shmuel comienzan a quedar con regularidad, Bruno de vez en cuando le lleva comida (si no se la ha comido por el camino, ya que el lugar de exploración está lejos) y Shmuel habla a Bruno de cómo es su vida al otro lado de la alambrada, de cómo era antes y de su familia.Bruno y Shmuel se hacen amigos. Esta amistad se mantiene incluso tras un incidente en el que Bruno reniega de su amigo Shmuel ante el teniente Kotler, cuando Shmuel es llevado a casa de Bruno para limpiar un montón de copas de cristal y es acusado de robar comida cuando realmente esta se la había ofrecido su amigo. Bruno le pide disculpas a Shmuel días después; ya que Shmuel no había acudido en días a la cita tras la alambrada, Bruno pensaba que había perdido la amistad de su nuevo amigo. Así están, viéndose a escondidas, durante aproximadamente un año.
Los padres de Bruno deciden un buen día que ese no es un lugar adecuado para el crecimiento sus hijos, decisión que precipita la madre de Bruno al conocer la verdadera misión de su marido en el campo de concentración. La madre y los niños partirían de Auschwitz en un par de días. Bruno da la noticia de su traslado a Shmuel, justo el día en que Shmuel se encuentra triste porque no encuentra a su padre. Bruno decide ayudarle, ya que sería la última aventura antes de marchar de Auschwitz, y para liberarse de la vergüenza de haber traicionado a su amigo frente al teniente Kotler. Deciden que al día siguiente, el último de la estancia de Bruno en Auschwitz, Bruno pasaría al otro lado de la alambrada, y disfrazado con ropas de prisionero que Shmuel podría conseguir fácilmente buscarían al padre de Shmuel. Al día siguiente Bruno se disfraza con el pijama de rayas y cruza la alambrada: por fin Bruno y Shmuel están juntos. Mientras buscan al padre de Shmuel entre los barracones comienza a llover. Los soldados forman un grupo de prisioneros entre los que se encuentran Bruno y Shmuel. El grupo es llevado a una cámara de gas, donde Bruno y Shmuel mueren juntos sin sospechar que el lugar no era un refugio para la lluvia, tal y como habia pensado Bruno.
Los padres de Bruno se percatan de la ausencia del niño y lo buscan por los alrededores de la casa desesperadamente.Encuentran las ropas de Bruno frente a un agujero bajo la alambrada. Es demasiado tarde, al final todos se dan cuenta de lo que ha sucedido, y nada más se puede hacer.
¿Cómo fue posible el asesinato de judíos, desde punto de vista humano?
Esta pregunta abarca numerosos aspectos, y casi todas las posibles respuestas, al final, dejan desconcertados y preocupados a aquellos que consideran la vida como algo sagrado. En el núcleo del proyecto nazi para acabar con el pueblo judío, se hallaba su perspectiva racial y antisemita del mundo. Los nazis intentaban transformar el mundo conforme a su concepto de él, muy influido por el Darwinismo y por la creencia de que a lo largo de la historia de la Humanidad, los fuertes han dominado a los débiles. Consideraron que el pueblo alemán poseía cualidades raciales superiores y debía dirigir a las razas inferiores. Tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial, llevaron a cabo una serie de proyectos que podrían definirse como una reestructuración racial para hacer realidad su utopía. Clasificaban a las personas conforme a supuestas categorías raciales científicas, las trataban como a títeres y las trasladaban de un sitio a otro ante la mirada impasible de Europa, por lo general, vulnerando por completo sus derechos humanos fundamentales. Los nazis consideraban a los judíos sus enemigos acérrimos por motivos raciales, cuya “influencia” sobre el resto de la humanidad era necesario frenar. El asesinato siempre se consideró una de las posibilidades debido a la ideología nazi. Sin embargo, como plan político fue evolucionando con el transcurso del tiempo. De ese modo, los nazis pudieron probar diferentes soluciones para el denominado “problema judío” antes de comenzar con el asesinato masivo y sistemático de todos aquellos que se encontraban bajo su mando, en una política conocida con el nombre de Solución Final.
Entre los líderes del régimen nazi, de las tropas y de los colaboradores, no cabe duda de que algunos adoptaron la ideología nazi y creyeron que al asesinar judíos estaban librando a la Humanidad de un enemigo mortal. No obstante, según algunos estudios académicos profusamente documentados, está claro que no todas las personas que participaron en el asesinato de judíos creían a pies juntillas la visión social de los nazis. Otros factores, entre ellos, el deseo de ascender en la escala social nazi, la codicia, la presión externa y una despiadada brutalidad originada por las terribles condiciones provocadas por una guerra global, contribuyeron a hacer que personas normales, en circunstancias extraordinarias, se convirtiesen en asesinos de masas. En diversos lugares y en momentos diferentes, factores logísticos como la inexistencia de espacio para albergar a los judíos en un determinado gueto o la falta de alimentos, unidos a la política de asesinatos, podían dar pie a una Aktion específica de asesinatos masivos. El asesinato de judíos no podría haberse llevado a cabo sin el apoyo, tanto activo como pasivo, del conjunto de una sociedad dominada por los nazis. En casi todos los territorios que se encontraban bajo el control de los nazis, la población era consciente de los asesinatos de judíos que se llevaban a acabo y se beneficiaban del reparto de sus propiedades. Muchas personas apoyaron sin reservas los asesinatos, otras se mostraron menos entusiastas. Apenas existía una oposición frontal organizada y sólo una escasa minoría se arriesgó para ayudar a sus vecinos judíos. Un elemento común entre aquellos que cometieron los asesinatos y gran parte de la sociedad bajo dominio nazi, era una visión antisemita del mundo, conforme a la cual, los judíos se encontraban excluidos del entorno normativo de la responsabilidad social, dicho de otro modo, la vida de un judío era, cuanto menos, prescindible.
¿Qué eran los campos de concentración? ¿Cuándo se pusieron en funcionamiento y cuál era su objetivo?
Inmediatamente después de hacerse con el poder, los nazis construyeron campos en los que encarcelaron y trataron de forma brutal a aquellos que consideraban opositores al régimen; comunistas, socialistas, líderes sindicales y cualquiera que supusiese una “amenaza”. Esos campos fueron diseñados para acabar con la oposición e infundir temor entre la población y asegurarse de que no surgirían más opositores. El primer campo de concentración se puso en funcionamiento el 23 de marzo de 1933, en Dachau, dos meses después de que Hitler fuese nombrado Canciller de Alemania. Dachau se convirtió en el campo de entrenamiento para los guardias de las SS. Su primer comandante, Theodor Eicke, sentó numerosos precedentes en lo referente a brutalidad, que más adelante continuaron por todo el sistema del campo, que aúnse hallaba en expansión.
Entre los campos más importantes construidos en la Gran Alemania, se encontraban; Buchenwald, Mauthausen, Neuengamme, Ravensbrück y Sachsenhausen. En la fecha en la que se produjo la anexión de Austria y aún más, durante el pogromo contra los judíos de Alemania, en noviembre de 1938 (Kristallnacht), no se encarcelaba ya a las personas principalmente por sus acciones, sino por motivos raciales. Al mismo tiempo que conquistaban cada vez más y más territorios, los nazis expandieron el sistema del campo y lo emplearon como un instrumento más en su plan para reorganizar la sociedad europea conforme a la herencia racial. También fueron encarcelados en los campos otras personas que el régimen consideraba problemáticas por motivos sociales, entre ellos había homosexuales, testigos de Jehová, delincuentes comunes, hombres que habían luchado con las Brigadas Internacionales en la Guerra Civil Española e incluso amantes de la música jazz. Los trabajos forzados fueron siempre un componente más del sistema del campo de concentración y con el paso del tiempo, se fueron convirtiendo en una parte central de éste. De hecho, los nazis no los llamaban a todos “campos de concentración”, unos fueron escogidos para servir de campo de trabajo o de trabajos forzados, otros de tránsito y algunos de intercambio. Muchos prisioneros murieron en ellos, sobre todo durante la guerra, a causa de las inhumanas condiciones de trabajo, la crueldad de su personal y las terribles condiciones físicas en las que se encontraban.
A comienzos de la Solución Final, se construyeron seis campos de exterminio en los que se asesinaba de forma sistemática principalmente a judíos. En Croacia, el régimen Ustasha, aliado de los nazis, construyó un enorme campo de concentración y exterminio en Jasenovac, en el que fueron asesinados, sobre todo serbios aunque también judíos locales.
El gueto más grande se hallaba en Varsovia y llegó a albergar hasta 445.000 judíos. Después de las deportaciones masivas a Treblinka, en verano de 1942, y tras las dos revueltas ocurridas en enero y abril de 1943, fue liquidado en mayo de ese mismo año. El gueto de Lodz albergaba a más de ciento sesenta mil judíos en su momento de máxima ocupación. Éste fue erradicado de forma gradual; con una primera serie de deportaciones a Chelmno que se produjo entre enero y mayo de 1942; con las siguientes, principalmente a Chelmno y Auschwitz-Birkenau y en su aniquilación final el 30 de agosto de 1944. El gueto de Lwow albergaba a cerca de ciento diez mil personas en el momento de su apertura, en noviembre de 1941. Sus últimos miles de habitantes fueron trasladados en junio de 1943, tras la deportación de los demás a Belzec y Janowska donde fueron exterminados. En el gueto de Minsk se hallaban confinados cien mil judíos de esta ciudad, de los pueblos y aldeas de los alrededores y del Reich. Se cerró el 21 de octubre de 1943, después de los fusilamientos de la mayoría de los habitantes judíos en Maly Trostenets y Tuchinka. En el verano de 1941, antes de la creación del gueto, se sometió a los 57.000 judíos de Vilna a una oleada de asesinatos masivos. Finalmente se construyeron dos; uno para los débiles y otro para los fuertes. Se vació el de los débiles y sus habitantes fueron ejecutados en Ponar. Algunos de los habitantes del segundo gueto corrieron la misma suerte. Esta oleada de asesinatos finalizó en diciembre de 1941 y los judíos restantes, alrededor de veinte mil, vivieron en el gueto de Vilna hasta el fracaso de la revuelta allí realizada. El 23 de septiembre de 1943, los últimos miles de judíos que quedaban con vida fueron enviados a campos de Estonia. El gueto de Bialystok que en un principio albergaba a cincuenta mil judíos, fue aniquilado el 16 de agosto de 1943. Durante la liquidación, se produjo un enfrentamiento armado de la Resistencia judía contra los alemanes.
¿En qué condiciones se vivía en los guetos?
En Polonia, la mayoría de los judíos estaban arruinados a causa de los decretos dictados contra ellos por las autoridades, aún antes de llegar a los guetos. En los territorios ocupados de la Unión Soviética, los guetos se crearon después de que padeciesen una oleada de asesinatos masivos.Dentro de los propios guetos, los nazis confiscaban casi todas las pertenencias que les quedaban, y les denegaban el acceso incluso a las necesidades cotidianas básicas.Los guetos normalmente se hallaban en las zonas más pobres de las ciudades y de los pueblos. El espacio físico en el que se les confinaba, estaba abarrotado de gente, y se prohibía entrar en las “zonas de vivienda de los judíos” a aquellos que no lo fueran. Muchos guetos estaban rodeados por muros o verjas para imponer el aislamiento a los judíos y la separación de sus vecinos y del mundo exterior. Los guetos fueron concebidos como lugares de concentración temporal sometidos a una estrecha vigilancia, en los que la capacidad de trabajo de los judíos sería explotada hasta que un futuro cambio de política conduciría a su expulsión. En la mayoría de los guetos, los judíos se hallaban en condiciones horribles. El hacinamiento, la falta de higiene, el hambre extrema y la carencia de medicamentos básicos, fueron el origen de epidemias en muchos guetos. Las duras condiciones y las largas jornadas de trabajos forzados debilitaban aún más a los judíos. En el gueto de Varsovia, el más grande de todos ellos, cerca de ochenta y cinco mil judíos, alrededor de un veinte por ciento de la población, murieron a causa de las condiciones en las que vivían, antes incluso de que los nazis comenzasen a deportarlos a campos de exterminio. En otros guetos es evidente que se produjeron porcentajes similares de fallecidos, e incluso en aquellos lugares en los que las condiciones fueron, en cierto modo, mejores, el sufrimiento fue inmenso.